Somos Las Fuentes y todo va a estar bien

Para Luisa Fuentes, de Chihuahua, los cambios permiten crecer y conocerse mejor. Ella ha enfrentado grandes retos, como luchar para salir adelante después de la muerte de su papá o ir a estudiar lejos de su casa.

¿Conocías a alguien cuando llegaste a Aguascalientes?

La verdad es que nunca había venido a la ciudad. La primera vez que estuve en Aguascalientes fue con mi mamá, cuando me vino a dejar. No conocía a nadie y me daba muchísimo miedo no tener amigos. Además también me costó mucho dejar el baile. Pero algo me decía que tenía que tomar esta oportunidad.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Estoy por graduarme, pero no planeo irme a Chihuahua todavía. Quiero aprender más y creo que salir de mi casa, aunque fue algo fuerte porque dejé a mi familia, me dejó conocerme muchísimo, y esto me ha hecho buscar cosas nuevas. Me gustan los cambios.

¿Podrías hablar más de tu familia?

Somos 7 hermanas. Mis papás siempre quisieron una familia grande. Yo creo que las familias así jamás caen en la monotonía, porque siempre hay algo nuevo: alguien que te hace reír, alguien que se cae, tener que ir a apoyar al partido o a los festivales… Cada una tiene sus propios intereses, pero todo es como una aventura. ¡Yo conocí el silencio cuando llegué a Aguascalientes! No sabía lo que era estar en una casa donde no hubiera ruido o niñas corriendo. Llegar a Aguascalientes fue un cambio muy grande justo por eso.

Las familias numerosas te ayudan a entender el significado de compartir, que en realidad es estar siempre pendiente de las necesidades de los demás. También aprendes a tener tacto en el trato con las otras personas. Mi familia es de las mayores bendiciones que me ha dado Dios.

Tu papá falleció hace algunos años…

Mi papá falleció hace 9 años. En ese momento no entendía cómo era posible que ese fuera el plan de Dios para nosotras. ¿Cómo iba a querer que creciéramos sin mi papá? Somos 7 mujeres y mi mamá… Mi hermana más chica acababa de nacer. En ese momento yo tenía 12 años y estaba muy enojada porque no entendía cómo era posible que mi papá ya no estaría. Con el tiempo entiendes que hay que aprender a enfocar lo que sucede para bien.

Mi mamá es una persona clave en este suceso: no hubiéramos podido salir adelante sin su fe en Dios. Desde el primer momento, nos decía: “Este es el plan que Él tenía para nosotros". Y mi mamá siempre ha tenido esperanza; si las cosas se ponen mal o lo parecen, me dice: “Luisa, somos Las Fuentes, y las cosas van a estar bien".

Mi mamá siempre estuvo muy cerca del Opus Dei y ahora es supernumeraria. Estuvo rodeada por mucha gente que la impulsó a creer y a no caer. Muchas personas estuvieron al tanto de nosotras. En uno de los centros del Opus Dei, en Monterrey, se enteraron de lo que nos había pasado y en Roma también se enteraron de esto. El Prelado nos envió un mensaje con una petición especial: que nos mandaran un cuadro de san José, para que él fuera el hombre de la casa. Lo recibimos de una familia de Monterrey y estamos muy agradecidas.

¿Por qué estudiaste mercadotecnia?

Porque veía lo mal que se usaba. Por ejemplo, no me gustaba que dijeran que las mujeres mientras más delgadas somos más bellas. Yo creo que la belleza está en el alma, no en el físico. Pero el cursar la carrera me ha permitido ver que hay gente buscando hacer cosas buenas con la mercadotecnia, es sólo que a veces dejamos que lo negativo opaque a lo positivo, cuando debería ser al revés.

Enlace externo:Universidad Panamericana Aguascalientes