Guadalupe Ortiz de Landázuri: “modelo asequible de vida cristiana” P. Luis Ramos

El pasado 17 de julio se llevó a cabo en la Parroquia de san Josemaría en la Ciudad de México, una misa con ocasión de la promulgación del decreto de la heroicidad de las virtudes de Guadalupe Ortiz de Landázuri el 4 de mayo de 2017.

El 17 de julio se celebró una misa con ocasión de la promulgación del decreto de la heroicidad de las virtudes de Guadalupe Ortiz de Landázuri y por el 42 aniversario de su marcha al cielo.

"Guadalupe, nos recuerda que si lo dejamos actuar a Él,entonces Él hará realidad la misión para la que nos ha traído a la Tierra."

Durante la homilía el padre Luis Ramos, vicario secretario de la región México, recordó varios de los aspectos que harían de Guadalupe Ortiz de Landázuri un ejemplo para todos los Cristianos. Guadalupe fue “una mujer que dejó actuar a Dios en su vida. Por eso la Iglesia el pasado 4 de mayo la ha declarado venerable; es decir, alguien que ha vivido las virtudes en grado heroico, especialmente la caridad. Por lo tanto la Iglesia hoy la propone como ejemplo de una mujer, cristiana que se ha santificado en su vida ordinaria. Por eso estamos hoy tu y yo aquí reunidos para darle gracias a Dios, porque vuelve a poner a nuestro alcance un modelo asequible de vida cristiana. “

Guadalupe, dijo el padre Luis Ramos, "nos recuerda que si lo dejamos actuar a Él, (a Dios) en nuestra vida, entonces Él hará realidad la misión para la que nos ha traído a la Tierra. En una sociedad en la que impera el egocentrismo y el relativismo, la vida de Guadalupe es una invitación espléndida a abrirse a los demás. El ejemplo de su vida anima a sacudirse la comodidad, para entregarse al servicio de los demás. En un ambiente de pesimismo, el optimismo de Guadalupe ayuda a sonreír. En una sociedad alejada de Dios, la figura de Guadalupe nos ayuda a ver como solo en Cristo se puede tener una alegría profunda y permanente."

Guadalupe Ortiz de Landázuri nació el 12 de diciembre de 1916 en Madrid, estudió Ciencias Químicas en la Universidad Central en Madrid y en 1944 pidió su admisión al Opus Dei como numeraria. En 1950 se mudó a México, donde vivió casi seis años dejando una profunda huella en las personas que la conocieron y en la labor de este país. Falleció el 16 de julio de 1975, día de la Virgen del Carmen, con fama de santidad.